El título de este artículo lo he escrito ¡hace un par de meses! y cuando lo hice no sabía qué escribir; estaba en blanco porque creía que iba a ser un aprendizaje muy complicado. Había leído cientos de artículos e información al respecto pero cuando lo tienes que aplicar en un niño que en ese momento se negaba rotundamente a abandonar el pañal resultaba extremadamente difícil…
Recuerdo que al cumplir los dos años, habíamos comprado lo típico: el bater pequeñito, el taburete para subirse al inodoro de mayores y el asiento reductor del wc, pero sólo jugaba con eso de vez en cuando y no mostraba indicios de querer aprender. Así pasaron los meses hasta que me di cuenta que en septiembre empieza el cole y…»debería» tener ese aprendizaje incorporado; supongo que más por exigencias sociales que por circunstancias naturales, pero así es la vida…
En el cole nos habían dicho que a esa edad lo daban como aprendido y que a pesar de que existe una sola persona que va de colegio en colegio ocupándose de cambiar a los niños, se suele utilizar lo mínimo indispensable, (inclusive en la mayoría de los colegios no existe este servicio), si ocurre suelen llamar a los padres para que vayan a cambiarles lo que implica infinidad de momentos desagradables, (pérdida de tiempo, situaciones complicadas si ambos padres trabajan, dejar al niño meado o cagado el tiempo que sea), en fin, circunstancias que evidencian la NO CONCILIACIÓN familiar-laboral-social. Así que en esta sociedad no queda otra alternativa que «adecuarse» a los tiempos exigidos. Lo «natural» parece valer para otro tipo de sociedades…
Volviendo al tema, (que como buena argentina que soy siempre me voy por las ramas) he de contar que casi un par de meses después, estoy absolutamente relajada con esto, ya que Samu lo tiene logrado a un 90%, (hace pis y caca en el inodoro y sólo le pongo pañal para dormir por la noche), lleva varios días con el pañal seco al levantarse así que ya se lo quitaré del todo, pero lo mejor es que aprenderlo sólo le llevo un par de semanas…
¿Y cómo le enseñamos? Podría escribir aquí infinidad de cosas que he leído, pero eso ya lo encontrarán si buscan en internet, así que yo solo les contaré nuestra experiencia personal.
Nuestros pasos para el éxito:
1)-Comunicación: Siempre le hemos contado y explicado todo, sabemos que él entiende a su manera y que la mejor forma de hacerlo es hablando, por eso siempre le decíamos que él ya tenía edad para aprender, que ya no es un bebé como su hermano, lo lindo que es estar limpio y seco…
2)- Incentivos, (no soy conductista ni como la supernanny que aplica castigos y/o recompensas), pero entiendo que para un niño pequeño puede ser importante obtener un logro y que lo vea compensado, entonces como Samu es fanático de los muñecos de monster university, le prometimos algunos que él quería si lograba hacer caca. Además, le compré como una docena de calzoncillos con dibujos super chulos, ¡hasta le tuve que comprar uno así al padre! porque Samu decía que los de papi «eran aburridos porque no tenían dibujitos«…
3)-Figura que representa el saber: ¡jaja! no sabía como llamarlo, aquí simplemente intervino su enfermera y fue clave para el aprendizaje. Es una señora de avanzada edad y carácter muy especial, (siempre está gritando, utiliza métodos antiguos pero es muy maja) y una vez que le vio se asombró porque llevaba pañal y a los gritos le contó que tenía la suerte tener un «pitulin poderoso» con el que podía regar desde los árboles hasta todas las cosas; gestualmente le indicó cómo podía hacerlo y Samu le prestó tanta atención que luego a cada rato preguntaba: ¿cómo me decía la «doctora»?
4)-Determinación: Samu no parecía estar muy preparado, a veces mostraba algún interés, pero en cuanto le quitaba el pañal me armaba un escándalo, así que después de esperar un tiempo prudencial un día decidí quitárselo y que no hubiera vuelta atrás.
5)-Paciencia, primero para esperar hasta que nos parecía que podía ser el momento justo, (sabemos que se trata de un proceso madurativo y hasta que no estuviera preparado no tendría sentido enseñarle) y luego para saber mantenernos tranquilos frente a los episodios esperables en esta etapa, (por ejemplo que intentara redecorar la casa con sus producciones esparcidas por donde sea),jajaja; con toda seguridad les digo que prefiero mis «artes» de decoración tradicional…
5,5)-(Esto no merece un punto, por lo que le puse 0.5) Utilizar algún «argumento»: esto es alguna mentirita piadosa: Samu al principio no quería hacer pis en ningún sitio que no sea en casa, así que se aguantaba horas y horas, hasta que le dijimos que si regaba los árboles, crecían y nos hacíamos los sorprendidos mientras «les veíamos crecer», y el peque con su mezcla de magia y fantasía tan natural de su edad se asombraba y se sentía muy importante de poder provocar ese efecto.
6)-Ponernos en su lugar, (cuando estaba estreñido, nosotros hacíamos lo mismo), para mostrarle que aunque no pudiera o le doliera, luego lo iba a lograr y se iba a sentir mejor.
7)-Quitar importancia a los fracasos y por contrapartida, darle mucha importancia a los éxitos.
8)-Hacer alguna «locura», esto no podía faltar con los padres que tiene, (cuando le costaba tanto poder hacer caca, a su padre se le ocurrió poner los muñecos en el orinal y decirle que podía «cagar» a sus muñecos y yo le decía que no sería tan «cochino» así que para hacer locuras y llevarme la contraria lo hizo y desde ahí que lo tiene logrado, (aclaro que esto sólo fue un par de veces, jajaja).
También he de decir que sin planearlo, lo hemos logrado por etapas: primero en un poco más de una semana, habíamos conseguido que hiciera pis. Y luego nos pasó lo habitual en la gran mayoría de los niños: se aguantaba y retenía la caca, por lo que cuando pasó hasta una semana sin hacer fuimos a la doctora para que nos de unos polvos bastante naturales que ablandan las heces y sólo se lo hemos dado en contadas ocasiones hasta que no hizo más falta. En realidad, psicoanalíticamente hablando es en esta etapa, (2-3años) cuando al retener las heces sienten inconscientemente que pueden dominar al mundo, (sus padres), con la frustración que manifiestan al retener las heces o la gratificación al expulsarlas. La etapa anal, como se le llama, es muy importante para los niños porque se trata del primer aprendizaje consciente y el éxito o fracaso de esta fase, puede influir en su desarrollo futuro.
Como les contaba al principio, con Samu lo tenemos casi logrado. Se despierta seco, sabe que debe hacer pis antes de acostarse y al levantarse, ya no me llama cuando lo hace ni necesita que se lo recuerde, tampoco usa ya el orinal ni el taburete; se pone en puntas de pie, levanta la tapa del inodoro, hace pis, le encanta ver cómo se lo lleva el agua al tirar de la cadena y luego se lava las manos; un lujo…
¡Te felicito mi flaquito!
Y vosotras, ¿cómo lo habéis hecho?