7 meses ya ha cumplido mi chiquitín y unos días antes de cumplirlos ha aparecido esa perlita blanca tan esperada…¡su primer diente! y solo unos días después ¡el segundo! Los dos centrales inferiores que hacen que su sonrisa sea aún más graciosa, ¡¡jejejeje!!
Esto me hace ver que mi principito ya se está preparando para poder comer de todo, además ya se mantiene gran tiempo sentado erguido y sin caerse, todo lo que significan logros y signos de autonomía muy importantes; ¡mi chiquitín se está haciendo grande!
Sigue tomando la teta, (aunque a veces parece que toma más Samu que él), y cada cosa nueva que pruebo a darle le encanta, parece que adora descubrir nuevas texturas y sabores, lo cual me pone muy contenta, ¡creo que a él sí le gustará comer! Le encantan las galletas, pan, sopa y papilla de cereales, pero no le gustan demasiado los purés sino la comida troceada. Estoy intentando hacer que aprenda a comer en trocitos pero a veces se atraganta, (aunque siempre sabe salir solito del atragantamiento), pero esto me pone muy nerviosa. El también sigue siendo muy nervioso, por ejemplo si está comiendo algo y se le cae o también en el tiempo que pasa entre cuchara y cuchara se pone histérico y yo igual, así que los dos tenemos que aprender a tener paciencia.
Una de las cosas más sorprendentes de él es que desde antes de cumplir los 6 meses ya descubría la permanencia de los objetos, lo cual es raro para su edad, (la mayoría de los bebés pierden el objeto si se lo mueve o desaparece de su punto de vista, pero él cada vez que se le cae un objeto mira al suelo buscándolo y descubriendo dónde está). Estas son nociones de las que hablaba un psicólogo educativo suizo, Jean Piaget.
Y otra cosa muy curiosa del chiquitín: para dormir hasta hace un tiempo yo le cantaba canciones de cuna, le daba la teta y a veces lograba dormirlo, pero tuvo una época en la que no se dormía ni con música clásica y mi marido intentó con todo tipo de canciones hasta que encontró una de su época que le funcionó y lo durmió al instante: «Thunder» de ACDC, desde entonces, increíblemente se dormía con eso, que para mí era ¡horrible! pero muy eficaz… Aunque en estos días su padre ha probado otro método que también funciona y es trotar con Mateo en brazos, a veces hasta correr un poco…¡y se duerme en 5 minutos! Yo matándome con canciones dulces y tiernas y ¡a este niño le va el ritmo!
Es increíble este chiquitín, además ya se ríe con todos y tooooodo el tiempo, está súper gracioso; también ha aprendido a quedarse en otros brazos, eso sí, un rato, porque si se enoja el chiqui me lo pasan al instante, ¡da miedo verlo nervioso, se enfada muchísimo! y viene con mamá echando sus dos brazos e inclinando su cuerpo desesperado por estar conmigo y a mí en el fondo me gusta que me necesite, me gusta cogerlo y calmarlo al instante con mis besos, me gusta que siga siendo mi bebé, aunque ya tenga dos dientes y esté creciendo…
Todos son etapas y hay que aprovecharlas porque mientras son bebés somos sus héroes, sus hadas, su mundo entero; después ya se verá, pero nunca más será como ahora, así que ¡a disfrutarlo!