Finalmente, después de intentarlo día tras día sin un resultado positivo, lo he logrado… ¡He podido fotografiar sus dientes! jajajajaaj!! ¿A qué es súper gracioso?
Y creo que los de arriba no tardarán en aparecer, porque otra vez está con muchísima baba, tarda en dormirse, tiene la barbilla y mejillas irritadas y está con colitis desde el sábado, que no se si será por eso o por algún virus que cogió, pero de ánimo está bien y con la comida siempre igual; aunque ahora le voy descubriendo cosas que le gustan más; por ejemplo si la carne en vez de hervirla con el puré la pongo en la plancha con un pelín de aceite está mucho más sabroso y lo come un poco mejor, el pan y las galletas le encantan, si le pongo unas bolitas de carne picada a la plancha también, el jamón york le vuelve loco y siempre, al hacerle el puré, le pongo trocitos pequeños de cosas que le gustan y mientras le doy una cucharadita de puré, él se entretiene con la comida que puede manipular y de paso va ejercitando el movimiento de pinza, que lo hace perfectamente, además de la coordinación ojo-boca-mano.
No gatea ni creo que lo vaya a hacer, pero sí le encanta estar de pie siempre sosteniéndose de algún mueble, solo no porque tiene miedo. También ahora ha cogido la bonita manía de tomar teta sentado, (se sienta frente a mí, me levanta la camiseta y self service, jeje) o yo recostada en el sofá y él de pie, ¡tiene cada posición!
Jugando, le encanta derribar las torres que le hacemos, sacar todas las cosas que le interesan de su baúl de los juguetes, patear la pelota, romper papel, tirar los peluches que hay en su habitación y ahora desde hace un tiempo le encanta despegar las pegatinas que hay en las paredes de su cuarto, (y yo que con tanto amor las he puesto) y él las quita y se ríe encantado…
Le encanta pasar las páginas de los cuentos, jugar con todos los volantes de todos los coches que encuentra, coger y tirar todo lo que encuentra en el cabecero de nuestra cama, sacar una a una todas las toallitas de limpiarle el culin y los pañuelos de papel. ¡Cada día está más terrible el chiquitín y mas gracioso!
Lo llevo todos los días al parque y quiere tocar a todos los perros que encuentra en el camino, se pone loco de contento al salir de casa, ya se conoce a la perfección los juegos que le gustan del parquecito y se la pasa saludando a todos los niños diciendo: «nene».
Cuando quiere algo lo señala con las dos manos mientras las abre y cierra varias veces y hace unos días he tenido la suerte de descubrirle un punto débil: su espalda; le doy besitos y se queda como paralizado, ¡se relaja y le encanta!
En fín, quería contar las cositas nuevas de nuestro día a día, que son muchas y cada día más…
Aprendiendo a ser padres 