24 semanas de embarazo

Si! Al fin estoy en la semana 24. Ya sé que sorprende que diga esto, pero para mí es muy importante porque marca un límite entre la vida y la muerte. ¿Porqué digo esto?

Porque cuando perdí a los mellizos, que estaba empezando la semana 20, todos me decían: «que si hubiera estado de 24 semanas podrían haberse salvado», se supone que a esta semana ya empieza a producir una sustancia llamada surfactante que es la que hace que pueda respirar cuando nazca, al impedir que los sacos aéreos se peguen unos a otros.

Según la última eco y algunas páginas que consulté por internet, ya  mide alrededor de 30 centímetros de largo y pesa entre 560 y 680 gramos, (Mateo en la eco que me hice el lunes ya pesaba 614 gramos); es capaz de sentir todo lo que pasa a su alrededor. Sus sentidos, olfato, oído, tacto y gusto, están casi desarrollados. Ya puede notar todo lo que ocurre en su entorno, e interactúa con su exterior, comienza a habituarse a algunos olores y sabores, a través del líquido amniótico puede degustar lo que como y la inclinación por ciertos alimentos seguirá después de nacido; (de esto doy fé, a Samu le encanta todo lo que yo comía cuando él estaba en la panza)…

De cara a la supervivencia del bebé en el exterior es importante saber que si la semana anterior se iniciaba la preparación pulmonar para la respiración y los alvéolos comenzaban a desarrollarse al igual que la capa surfactante, en esta semana 24 del embarazo prosigue el desarrollo y los alvéolos pulmonares se terminarán de formar. samuymateo

Puede escuchar muchas cosas, y los sonidos muy fuertes suelen asustarlo. Sin embargo, está familiarizado con los ruidos cotidianos, como golpes de puertas o despertadores, por lo que cuando nazca tampoco se sentirá incómodo con éstos. ¡Que tranquila me deja esto!  porque con los gritos que da él  y que le doy a Samu muchas veces tengo miedo que se asuste…

Otra cosa importante es que desde esta semana y hasta la 28, suelen realizar el test de O’Sullivan, a mí me lo hicieron ayer viernes, porque resulta que en la última revisión había aumentado en un mes…¡4.5 kg!

Por supuesto que me echaron la bronca, pero yo no creo haber aumentado tanto si siempre como lo mismo. Hasta ahora aumente 8.5 kg, ya se que es mucho, pero, creo que solo podré dejar los dulces y las comidas ricas por algún riesgo real como la diabetes gestacional.

Y los movimientos ahora son una pasada, porque ya empieza a dar sus patadas fuertes. Anoche, hasta mi marido pudo sentirlas clara y fuertemente. Además, cuando lleva algunas horas sin moverse, yo, como madre obsesiva e histérica que soy, empiezo a tocar la panza y ¡¡me responde!! es increíble, una forma perfecta de comunicación y de poder sentir la vida misma en mi interior…