Destete…

«Tenemos que destetar a mamá», eso dijo mi marido el otro día cuando Samu se olvidó por completo de la teta. Claro, fue unos días que estuvimos en Asturias y allí el niño, encantado con los tíos y el primo, se «olvidó» de su chupete favorito.
Y lo digo así porque sinceramente no se si sigo teniendo leche, creo que no, aunque el peque parece seguir tomando o chupando cada vez que tiene sueño…
No me animo a utilizar el sacaleches estando en la mitad del embarazo, ya intentan preocuparme algunos médicos diciendo que la estimulación de los pezones genera contracciones, así que por las dudas no lo haré; pero a Samu si que no puedo sacarlo.
También he de decir que hay algunos días en los que tengo tan sensibles los pezones que me gustaría que el peque saliera y lo dejara cuanto antes, inclusive me pone histérica algunas veces, porque siempre que está tomando un pecho, está jugando con el otro pezón y esto incluye pasarle la uña, (que le crecen a un ritmo desenfrenado), por lo que el dolor es insoportable. Pero siempre intento poner las cosas en una balanza y aún pesa más lo positivo.
Quizás Samu ya se esté preparando, (está aceptando el bibi, inclusive toma algo de leche de vaca), pero yo no. la mejor medicina
No quiero perder este vínculo tan estrecho que me hace fundirme en un largo abrazo con él.
No quiero dejar de pasarle anticuerpos, si eso aún es posible.
No quiero dejar de darle besitos y acariciarle mientras él toma la teta.
No quiero perder esa mirada tan dulce, esas caricias tan lindas y esa sensación de paz que me da verle su cara de gozo y tranquilidad al mamar.
No quiero perder esa unión y simbiosis tan grande y fuerte, como la que produce el vínculo de dar el pecho.
Sé que tengo que ir preparándole antes que venga su hermano, que va a ser complicado, pero pienso que también hay muchas mamás que han logrado la lactancia en tándem y han tenido éxito, entonces, ¿porqué no seguir?
No sé, él ya tiene 18 meses y supongo que el peque lo necesitará mucho más, pero realmente se me hace muy difícil negarle esa parte de mí que todo este tiempo fue más de él que mía…
Carlos Gonzalez dice que para destetar sin sufrimiento hay que limitarse a dos cosas: «No negar, no ofrecer» y eso estoy haciendo, se supone que así lograría destetarse naturalmente, pero no veo que esto pase antes que venga Mateo…(Aunque he de reconocer que he hecho trampa un par de días porque era tal mi desesperación al ver que no me pedía, (inconscientemente sentiría que ya no me necesitaba), que yo misma le terminaba ofreciendo, así que no lo estoy favoreciendo…
¿Alguna sugerencia, por favor?